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La libertad de movimiento y el contacto con la naturaleza son dos de las necesidades más importantes de lxs niñxs, aspecto que el enfoque adultocentrista de esta crisis no ha tenido en cuenta en ningún momento. Como no podía ser de otra manera, en la comparecencia en la que nuestro presidente anunciaba este confinamiento, no se mencionaron en ningún momento medidas que tuviesen en cuenta las necesidades de la infancia. Y más concretamente, las necesidades de la infancia de clase baja, aquella que no tiene jardín ni terraza.

Sorprendentemente, sí se tuvieron en cuenta algunos derechos de los animales y, como activista animalista, tengo que decir que me alegra que se haya pensado en sus necesidades y se confíe en que las personas a cargo de animales no abusarán del derecho que se les ha otorgado (aunque ocurre). Pero no hubiera estado de más que no se olvidaran de otro colectivo vulnerable: lxs niñxs.

Resulta curioso que de los deberes y del avance en los contenidos no se hayan olvidado. Ahora todxs lxs niñxs de este país, no solo están encerrados 24 horas durante un mes mínimo, sino que además tienen la misma o más presión de avance curricular que antes. Muchísimas gracias, sistema educativo.

Y no seré yo quien tenga la solución a este problema ni quien llame a la rebelión, pero estaría bien que, al menos, se hubiese contemplado la opción de que, como en los casos de familias con niñxs autistas, lxs demás también puedan salir diaria o semanalmente unos minutos, de unx en unx, acompañadxs por una persona adulta, en cierto horario establecido, respetando la distancia de seguridad, sin usar parques, etc. Que el sistema inmune no se potencia en espacios sin ventilación y comiendo comida basura. O que, al menos, se dejaran de lado los deberes y se ofrecieran otro tipo de recursos para amenizar el encierro a lxs niñxs y no para cargarles de tareas.

Tampoco se nombró o recordó en ningú momento un teléfono para que cualquierx ciudadanx llame en el caso de escuchar o presenciar algún tipo de maltrato físico o psicológico de algún vecinx o familiar hacia unx niñx, algo que parece obvio, pero que no se hace. Es un hecho objetivo que la mayor parte de la sociedad da la espalda al maltrato infantil, que evidentemente aumentará en situaciones de crisis, estrés y encierro de lxs niñxs con sus maltratadores, como ocurre con las mujeres maltratadas.

Pero no solo es el gobierno el que no ha tenido en cuenta las necesidades de lxs niñxs en esta crisis, la sociedad ya se ha encargado también de criminalizar la infancia como contagiadora asintomática en potencia, como si el resto, incluidxs quienes seguimos acudiendo a sus puestos de trabajo, a comprar y a pasear a sus perros, no pudiésemos serlo en el periodo de incubación o fuera de este.

Querido gobierno y querida sociedad, lo que necesitan lxs niñxs en este confinamiento es juego, movimiento y respeto, no deberes.

P.D. Firma aquí la petición que Heike Freire le pide al Ministerio de Sanidad: «Empatía y respeto a los derechos y necesidades de la infancia en la crisis del coronavirus».